Contar la vida de un investigador, a través de una exposición, y sus aportaciones a la ciencia, no es tarea sencilla. Contar la vida de José Antonio Valverde, que como dice el título de la exposición fue un investigador, un viajero incansable y un hombre de acción, encabezando innumerables proyectos de protección de la naturaleza,tiene algo de desafío.
La exposición ha buscado sintetizar, a través de sus palabras, la intensa vida de su protagonista que él mismo plasmó en sus memorias, reunidas en siete tomos y editadas por su amigo Benigno Varillas. Este trabajo se enriquece notablemente con los dibujos y documentos gráficos que se han incorporado a la exposición, ya que al ser nombrado doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca en el año 1995, entregó una parte de su legado que en esta ocasión se ha rescatado del archivo para integrarlo en el diseño de los paneles.
José Antonio Valverde se presenta en la exposición como una figura capaz de inspirar a los más jóvenes porque antes de cursar sus estudios universitarios ya tenía una posición en la vida que se podría denominar como “científica”: curiosidad incansable, gran lector, capacidad para recoger el fruto de sus observaciones a través de textos y dibujos y una sensibilidad extrema hacia la naturaleza, siendo capaz, además, de atisbar los peligros a los que la someten los seres humanos.
La exposición se divide en cuatro grandes capítulos: El primero: Bicheando recoge algunos datos de su biografía y sus primeras incursiones en la naturaleza observando y anillando pájaros, Un investigador en acción, reúne los elementos que fueron indispensables en su trayectoria como investigador: su capacidad de observación y recogida de datos, sus lecturas claves, las personas con las que conformó equipos y con las que convivió, y los lugares de trabajo que le permitieron desarrollar su vocación. En me interesa la vida se exponen sus logros más importantes en su carrera como investigador: el desarrollo de una teoría de la evolución y una breve exposición de su teoría de las microcumunidades. Ocupa un espacio muy destacado su decisiva aportación a la transformación de los cotos y marismas de Doñana en Parque Nacional, un afán que le llevó muchos años de empeño y burocracia. En el final de la exposición se resume la tarea de protección que ejerció sobre numerosas especies animales en peligro de extinción y uno de sus últimos proyectos que fue la creación de un museo de cetáceos en Matalascañas.
La exposición está diseñada para implicar especialmente a los visitantes más pequeños y buscar su participación a través de juegos y desafíos como reconocer los tipos de aves al ser mirados por un catalejo, jugar a verdadero o falso o encontrar, a partir de las notas manuscritas del investigador, respuesta a algunas preguntas.
En definitiva, hemos buscado a través de las palabras y las imágenes de su protagonista, que su espíritu inquieto y sensible, junto con su ingente capacidad de estudio y trabajo como investigador, llegara al público y su figura fuera inspiradora de las futuras generaciones de científicos.