Las Ferias del Libro son para nosotros la mejor oportunidad de entrar en contacto con los lectores. En muchos de nuestros proyectos ellos son el referente, pero en los encuentros directos comprobamos lo que les interesa y lo que necesitan. Buscamos siempre llegar a ellos a través de buenos libros, de libros con valor (no con valores), de propuestas en las que sientan partícipes.
La Feria del Libro de Fuenlabrada, dedicada a Japón, nos puso en contacto con una cultura seductora en la que entramos, a través de los talleres, en ambientes poéticos, de calma, en busca de otras estéticas con las que experimentar. Los pliegues del papel, los juegos populares y su arte nos permitieron acercarnos a sus costumbres y tradiciones. Muchos escolares participaron en los talleres con sus clases y numerosas familias colaboraron en la fiesta Tanabata para llenar el Parque de la Fuente de grullas y deseos de colores.
En La Feria del Libro de Madrid experimentamos la emoción de reencontrar lectores que vuelven cada año a visitarnos. La Feria de Libro es una marca en el calendario para elegir libros, buscar una firma o participar en alguna actividad del Pabellón Infantil. Francia ha sido el país invitado y aunque no había libros en francés, hemos festejado que Pomelo, Marcelín, Asterix y Spirou hayan nacido franceses y podamos leerlos en nuestra lengua para alegría de sus seguidores.